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Plegaria para una simple palabra aun sin descubrirse

Mi cuerpo te implora:
Descubre una palabra que tenga esa simplicidad del
árbol y la primitiva desnudez sabida en las palmas
de las manos de nuestros antepasados,
tan llena de la inocencia de la primera plegaria
pronunciada alguna vez.
Mi cuerpo entero a cambio de una palabra semejante.
Pronuncia tal palabra, mi cuerpo entero te lo implora.

Mi cuerpo entero te implora:
Descubre la palabra que al decirse en gemido
haga que la sangre duela;
sangre que se desborde buscando salida para su torrente.
Pronuncia esa palabra, mi cuerpo entero te lo implora.

Descubre la palabra precisa
que diga de la pasividad de los hombres en cautiverio
y del viento, del viento huracanado
que despierta al pequeño ciervo que todos nosotros
llevamos en la profundidad de la mirada.
Descubre esa palabra precisa.

Descubre una palabra de nacimiento, de gemido,
descubre esa palabra. Y este templo
prisionero de su tiempo y de su prolongada espera,
humildemente se abrirá para ti.
Descubre esa palabra de nacimiento, de gemido.

Aco Šopov, Noser, 1963
Traducción, Aurora Marya Saavedra, Lector de cenizas, 1987

Plegaria para una palabra común pero aún no hallada

Mi cuerpo te reza:
Encuentra una palabra similar a la del árbol común
la desnudez de las manos del carbón de nuestros abuelos,
cuya franqueza viene de la oración primera.
Mi cuerpo está orando por esa palabra.

Mi cuerpo te reza:
Encuentra una palabra que, proferida en el grito,
hiera de instinto la sangre,
esa sangre perdida en busca de su curso.
Mi cuerpo está orando por esa palabra.

Encuentra la verdadera palabra
a imagen de todos los presos tranquilos
de este viento, este huracán
que despierta los ciervos en nuestros ojos.
Encuentra la verdadera palabra.

Encuentra la palabra inaugural, el grito,
Encuentra esa palabra. Y ese templo
prisionero de su edad, fuerte de su espera
se abrirá por sí, humilde ante tí.
Encuentra la palabra inaugural, el grito.

Aco Šopov, Noser, 1963
Traducción, Luisa FutoranskySol Negro, 2011

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