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Última plegaria para mi cuerpo
Tu respiración es negra, y la noche es blanca,
y cada nervio que va creciendo hasta madurar.
Húndete como una espada en los caminos de mi cuerpo
antes de que éste se derrumbe, cegado por el resplandor.
Y este juego habrá aún de prolongarse más
en su misterioso no estar ahí.
La hierba te cercará, nublándote,
y desde lo más oscuro de ella,
habrá de encenderse tu sed.
Aco Šopov, Noser, 1963
Traducción, Aurora Marya Saavedra, Lector de cenizas, 1987
Última plegaria de mi cuerpo
Negro tu hálito, blanca la noche,
las sienes hinchadas de crecer.
Erígete espada entre estos cuerpos alineados
antes de caer ciego de candor.
Pero a la inversa, nada habrá cambiado del juego,
ni su misterio, ni siquiera su modestia.
Y las hierbas que te invadirán de sombra
quemarán en el incendio de tu sed.
Aco Šopov, Noser, 1963
Traducción, Luisa Futoransky, Sol Negro, 2011