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Segunda plegaria para mi cuerpo

Este cuerpo, que es puente tendido entre dos playas,
vive de los amaneceres de tus deseos,
y así seguirá hasta mañana, excepto por las dos cicatrices
de las heridas que ha padecido en este día,
en su estar aquí, como puente tendido entre esas dos playas.

Abarcándolas, este cuerpo espera
la anhelada compañía que habrá de revivir sus emociones.
Corra bajo este cuerpo, ¡oh, violentado río!
todo ese caudal de sentimientos que agiten hasta en lo más profundo
de este cuerpo, avisado puente.

Este cuerpo, puente que espera el abrazo del agua,
ha ido olvidando el reflejo de su propia imagen en ella.
Por sus deseos inventados, de inacabables despertares y renuevos
este cuerpo habrá de levantarse luego, semejante a la torre de una casa iluminada,
aunque hoy, sólo es apenas puente que está esperando el abrazo del agua.

Aco ŠopovNoser, 1963
Traducción, Aurora Marya SaavedraLector de cenizas, 1987

Segunda plegaria de mi cuerpo

Cuerpo arrojado como un puente entre dos orillas,
cuerpo viviendo de las madrugadas de tus deseos,
mañana nada habrá cambiado,
sino las dos huellas de las dos ráfagas violentas,
cuerpo arrojado como un puente entre dos orillas.

Cuerpo extendido como un puente esperando, paciente
de hace mucho que la dicha lo despierte…
Desahógate, como un río domado,
que azul de dulzura resuena en todos sus arcos
ese cuerpo arrojado como un puente paciente en su larga espera.

Cuerpo entregado como un puente al poder de las olas,
con el fin de encontrar su rostro olvidado,
después de todas las vigilias, todas las mareas
verdadero reverbero de todos los votos ilusorios
cuerpo entregado como un puente al poder de las olas.

Aco Šopov, Noser, 1963
Traducción, Luisa FutoranskySol Negro, 2011