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Nacimiento de la palabra

Nudo sobre nudo*.
Piedra sobre piedra.
Bosque de piedras.
Piedra fría.
Nudo sobre nudo.
Piedra sobre piedra,
y nosotros dos de una misma piedra.
La palabra se esfuma desde lo inmensamente oscuro.
Una brasa encendida arde en sus entrañas.
¡Oh! tú que existes, ¿por qué no existes?
Tú mueves el cielo.
Tú haces que la tierra gire.
¡Oh! tú que existes, ¿por qué no existes?
La tierra da rugidos bajo la piedra del pavimento.
Perturbada por sus muchas muertes,
la palabra golpea todos los tímpanos.
Nudo sobre nudo,
piedra sobre piedra,
cavo yo mi propia fosa, como un condenado.
Déjame entrar
a tu condenación,
a la fortaleza de piedra que eres,
para arderme en la brasa de la palabra
hasta fundirme por entero en ella…

*Nudo de la madera (“Glužd” es el término original).

Aco ŠopovNoser, 1963
Traducción, Aurora Marya SaavedraLector de cenizas, 1987

Nudo a nudo.
Piedra sobre piedra.
Bosque petrificado.
Escarcha.
Nudo a nudo.
Piedra sobre piedra,
de piedra también nosotros dos.
La noche humea.
La palabra se desprende de la oscuridad.
Carbón azul quema en sus entrañas.
Oh tú que no existes sino por tu ausencia,
tú meces el cielo
tú haces girar la tierra.
Oh tu que no existes sino por tu ausencia,
la tierra gime bajo las losas de piedra.
Ebria de sus propios muertos,
surge la palabra
que quiebra todas las sienes.
Nudo a nudo.
Piedra sobre piedra.
Día a día cavo mi sepultura.
Destrípame
maldición
tú, ciudadela de piedra,
que me quema el carbón
de la palabra, y me fundo.

Aco ŠopovNoser, 1963
Traducción, Luisa FutoranskySol Negro, 2011

Ilija Penušliski, obra inspirada en el poema